Estados Unidos.- Sin lugar a dudas, los asesinos suelen tener diversos motivos para lanzarse a acabar con la vida de alguien más, sin embargo, existen casos tan despiadados que son sumamente difíciles de creer.
Tal como el caso de la familia Hutton, donde una madre de familia culminó con la vida de su pequeña hija, Adrianna Elaine, luego de ahogarla en la piscina inflable de su patio trasero.
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Aunque la mujer en cuestión contó a las autoridades, que había encontrado a su hija ya muerta dentro del agua, el testimonio de su otro hijo, A.J Hutton, jugó un papel determinante para resolver el crimen.
Según contó el menor, su hermanita se encontraba fuera de la alberca recogiendo las hojas secas de los árboles que cayeron dentro de ella, momento justo cuando su madre llegó y la metió a la fuerza, sumergiendo su rostro e impidiéndole salir.
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Aunque la señora acusada sostenía una versión donde se deslindaba del asesinato, los estudios médicos forenses determinaron que la niña había sido ahogada por otra persona, además, esta medía solo 80 centímetros y era difícil que ella se ahogara por su propia cuenta.
A pesar que aún se desconocen los motivos que esta madre tuvo para matar a su propia hija, bastó con escuchar la versión del pobre A.J. quien incluso tuvo un colapso nervioso durante la audiencia, mientras narraba lo que sucedió.
Fuente: Mundo Forense